Yo soy un niño huérfano; en la tierra
nadie alivia mi bárbaro dolor;
ni amor materno, ni paterno amparo
consuelan mi afligido corazón.
Como pan de limosna; el frio suelo
duro lecho me da para dormir,
y cuando la hora de los besos llega,
no hay besos ¡ay! ¡no hay besos para mí!
Yo recuerdo a mi padre;yo recuerdo
de mi madre la angélica bondad,
que el llanto leve de la tierna infancia
sabía en risa y en placer trocar.
Llena de amor, em sus amantes brazos
de caricias colmábame sin fin,
y si en mi faz sus labios se posaban
¡que dulces eran su besos para mi!
sabía en risa y en placer trocar.
Llena de amor, em sus amantes brazos
de caricias colmábame sin fin,
y si en mi faz sus labios se posaban
¡que dulces eran su besos para mi!
Pero ¡ay! la guerra destructora
un día vino como desecha tempestad,
redoblaban tambores y a rebato
un día vino como desecha tempestad,
redoblaban tambores y a rebato
tocaba la campana del lugar.
Aquel vibrante son estremecía
con agrado mi espíritu infantil…
pero aquel vibrante son me arrebataba
los besos tan queridos para mí.
Rojo vestido púsose mi padre
y reluciente espada se ciñó;
Aquel vibrante son estremecía
con agrado mi espíritu infantil…
pero aquel vibrante son me arrebataba
los besos tan queridos para mí.
Rojo vestido púsose mi padre
y reluciente espada se ciñó;
sobre su férreo casco se mecían
gallardas plumas en flotante airón.
gallardas plumas en flotante airón.
Al ver ondeantes plumas y guerreros,
sentí mi joven corazón latir;
¡ay! guerreros y plumas me robaron
los besos tan queridos para mí.
Mi madre llora; ¡pobre madre mia!
mi padre monta indómito corcel;
al ver el llanto triste de mi madre,
sentí mi joven corazón desfallecer.
En confuso tropel se amontonaron
jinetes y peones, mil y mil,
¡van a marchar!... ¡mi padre me da un beso!
¡que triste fue aquel beso para mi!...
Parte el galope; aléjase. - Ya es tarde...
¿no ha vuelto mi padre? –No. -¿y volverá? –No.
sentí mi joven corazón latir;
¡ay! guerreros y plumas me robaron
los besos tan queridos para mí.
Mi madre llora; ¡pobre madre mia!
mi padre monta indómito corcel;
al ver el llanto triste de mi madre,
sentí mi joven corazón desfallecer.
En confuso tropel se amontonaron
jinetes y peones, mil y mil,
¡van a marchar!... ¡mi padre me da un beso!
¡que triste fue aquel beso para mi!...
Parte el galope; aléjase. - Ya es tarde...
¿no ha vuelto mi padre? –No. -¿y volverá? –No.
-Ya no me agrada la guerra; yo creía
que era solo campanas y tambor.
Mi madre por la noche gime y llora,
ya no hay cuentos alegres al dormir,
y si en mi faz sus labios se fijaban
¡Que tristes eran sus besos para mi!...
¡Victoria! gritan; la campana suena,
¡victoria, si, mi padre vuelve ya!
en hombros sus amigos le trajeron…
envuelto en un sudario funeral.
¡oh que horroroso grito! ¡pobre madre mía!
abrazóme convulsa, yo sentí
que un ósculo abrasaba mi mejilla…
¡Que triste fue aquel beso para mí!
Y ya solo otra vez sentí sus labios,
herida por el hierro del dolor;
al exhalar el último suspiro,
un beso… un beso… ¡el último me dio!
“¡Hijo mio! ¡hijo mio! me decía,
¡abrázame otra vez! ¡voy a morir!”
Y clavando sus labios en mi frente…
¡Que horrible fue aquel beso para mí!
Sí, soy un niño huérfano; en la tierra
nadie alivia mi bárbaro dolor;
ni amor materno, ni paterno halago
consuelan mi afligido corazón.
Como pan de limosna; el frio suelo
duro lecho me da para dormir,
y cuando la hora de los besos llega,
no hay besos ¡ay! ¡no hay besos para mí!
Yo bajaré a la tumba de mi madre,
de la noche en la triste oscuridad;
levantaré la losa que la cubre,
envuelta en su mortaja funeral,
cubierto por los lúgubres cipreses,
¡tanto la llamaré, que me ha de oir!
Ya deseo otra vez sentir sus besos,
sus besos tan queridos para mí.
Francisco Luis de Relés
Este poema me lo enseño mi padre,
Juan Manuel Flores Hernández (1935-1998).
lo recité muchas veces en mi infancia
y antes que se me olvide por completo, lo transcribo y lo comparto.
Saludos
que era solo campanas y tambor.
Mi madre por la noche gime y llora,
ya no hay cuentos alegres al dormir,
y si en mi faz sus labios se fijaban
¡Que tristes eran sus besos para mi!...
¡Victoria! gritan; la campana suena,
¡victoria, si, mi padre vuelve ya!
en hombros sus amigos le trajeron…
envuelto en un sudario funeral.
¡oh que horroroso grito! ¡pobre madre mía!
abrazóme convulsa, yo sentí
que un ósculo abrasaba mi mejilla…
¡Que triste fue aquel beso para mí!
Y ya solo otra vez sentí sus labios,
herida por el hierro del dolor;
al exhalar el último suspiro,
un beso… un beso… ¡el último me dio!
“¡Hijo mio! ¡hijo mio! me decía,
¡abrázame otra vez! ¡voy a morir!”
Y clavando sus labios en mi frente…
¡Que horrible fue aquel beso para mí!
Sí, soy un niño huérfano; en la tierra
nadie alivia mi bárbaro dolor;
ni amor materno, ni paterno halago
consuelan mi afligido corazón.
Como pan de limosna; el frio suelo
duro lecho me da para dormir,
y cuando la hora de los besos llega,
no hay besos ¡ay! ¡no hay besos para mí!
Yo bajaré a la tumba de mi madre,
de la noche en la triste oscuridad;
levantaré la losa que la cubre,
envuelta en su mortaja funeral,
cubierto por los lúgubres cipreses,
¡tanto la llamaré, que me ha de oir!
Ya deseo otra vez sentir sus besos,
sus besos tan queridos para mí.
Francisco Luis de Relés
Este poema me lo enseño mi padre,
Juan Manuel Flores Hernández (1935-1998).
lo recité muchas veces en mi infancia
y antes que se me olvide por completo, lo transcribo y lo comparto.
Saludos
Este poema lo leia yo de pequeña, en uno de los libros en los que había estudiado mi madre (1936, gracias a Dios hasta hoy).
ResponderEliminarLo leí hasta la saciedad, casi lo sabía de memoria.
Hoy lo he revivido gracias a Tí, Francisco Luis, y te lo agradezco profundamente.
Desde aquí quiero rendir homenaje a nuestros padres, nosotros que hemos tenido la suerte de tenerlos, y a los que, por desgracia, han tenido que crecer sin ellos.
Ojalá llegue el día en que ninguna guerra destroce otra familia.
Carmina
he recordado este hermoso y triste poema que leiamos en el colegio y me gustaria que lo leyeran muchas personas y recapacitaran lo que es una guerra.... a ver si se mueven sus conciencias, y se dan cuenta del desastre que trae no potenciar la paz, en vez de crear conflictos,.
EliminarQue nostalgia, recordar esta obra de arte, yo lo recitaba en todas las escuelas de la región y en varias ocaciones lloré junto con todos los presentes mientras lo recitaba, gracias amigo por recordarmelo.
ResponderEliminarQue la literatura pueda correr y llenar este mundo de sensibilidad que tanto se necesita.
EliminarGracias por comentar
Recuerdo haberlo escuchado de labios de tu papi , y solo recordaba la primera estrofa... nuestro corazón es un escondite con tantos secretos bien guardados... Gracias Memito Lindo,TKM
ResponderEliminarGracias Primita por tu comentario!
EliminarESTE POEMA TAN LINDO LO APRENDÍ A LA EDAD DE LOS 13 AÑOS DE UN LIBRO DE GRAMÁTICA ESPAÑOL CUANDO YO ESTUDIABA EN EL COLEGIO SAN JOSÉ QUE LAMENTABLEMENTE LO PERDÍ Y HOY ESTANDO CON MI NIETO ME RECORDE Y LO RELATE LO POCO QUE ME ACORDÉ A LOS 73 AÑOS DE EDAD QUE HERMOSO
EliminarPOEMA.
A mi madre le gustaba mucho recitar; una amiga suya me dijo hace poco que mi madre la recitaba de pequeña en el colegio; me la recitó para que yo la apuntase,pero me parecía que estaba imcpmpleta, yo lo achaqué a su edad. Hoy se me ha ocurrido buscarla en internet y me he llevado la agradable sorpresa de encontrarla. Muchas gracias por facilitarmela; para mí es muy entrañable tener entera una de las poesías que mi madre recitó cuando era pequeña. Muchas gracias.
ResponderEliminarQue agradable recibir su comentario...
EliminarGracias!
Juan Manuel
Gracias por recordatlo mi hna que ya no está lo recito bace muchos años en la escuela y todos se emocionaron 😪❤😋
EliminarMuchas gracias. Mi abuela lo recitaba y siempre me impresionó muchísimo, pero nunca pudimos transcribirlo.. Perdió la memoria y ya falleció. Hemos buscado por muchos sitios para recuperarlo y lo encuentro aquí. Gracias
ResponderEliminarHAYYYYYYYYYYYYYYYYYY GRACIAS GRACIAS GRACIAS ESTE POEMA LO LEI Y ME LO APRENDI DE UN POEMA DE MI MADRE Y LO RECITO Y CADA VEZ QUE LO HAGO SE ME ENCHARCAN LOS OJITOS GRACIAS POR RECORDAR ESTO TAN BONITO.
ResponderEliminarGracias Luzma0327 por comentar!
EliminarEste poema lo aprendí de pequeña de un libro que había por casa ,lo recito mentalmente ,muchas veces pero cuando llego a la estrofa en que van a partir ,no recordaba como era ,y el libro se perdió ,se me ha ocurrido mirar en Google ,y ahí estaba. Me he llevado una alegría tremenda.Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarElvira Ricarte
Dios bendiga a todas las madres www.emanuelboys.org
ResponderEliminarEste poema me lo leía mi padre y terminaba llorando.,pero lo recuerdo con gran amor
ResponderEliminarGracias por su comentario.
EliminarEl domingo dos de julio de 2017 murió mi padre, era su poema favorito y lo escuché mil veces en mi casa desde que era niña, ahora en su honor lo he buscado para recitarselo con cariño..."tanto le he de gritar que me ha de oir"
EliminarEl domingo dos de julio de 2017 murió mi padre, era su poema favorito y lo escuché mil veces en mi casa desde que era niña, ahora en su honor lo he buscado para recitarselo con cariño..."tanto le he de gritar que me ha de oir"
EliminarEste poema me lo leía mi padre y terminaba llorando.,pero lo recuerdo con gran amor
ResponderEliminaresta poesía la leimos un día en clase cuando yo tenía 8 años (en plena guerra civil)y el compañero que estaba a mi lado rompió a llorar, su padre lo habían matado en la guerra.
ResponderEliminarFue la cruda realidad de muchos niños, por causa de las guerras, tristemente aún se matan entre hermanos.
EliminarLo declame en mi niñez y siempre se me inundaban los ojos de lágrimas, y aún al recordarlo gracias por obsequiarlo
EliminarMi padre trajo de España en 1916 un libro de HME creo que era Hermanos Maristas Egresados donde había muchos poemas que yo aprendí de niño en mi casa. Este era uno de ellos Gracias por ponerlo en la red
ResponderEliminarGracias por compartir tu comentario.
EliminarGracias Juan Manuel por subir este poema a internet. Me has dado una gran alegría porque hoy a mis ochenta y muchos años, estoy convencido que aquel poema que me obligaron como castigo a aprender de memoria y recitar en público como tal rapsoda con solo ocho años, aquel mal maestro que de pedagogo no tenía nada(después con otro maestro fui un diamante en bruto) lo que el nunca supo, fue que aquel castigo que me infringía por romperle las narices a su hijo de mi misma edad en una pelea de niños, aquel poema, sería el culpable de que hoy yo sea un escritor, que en poesía, tenga 15 poemarios editados, algunos hasta de 500 páginas; por tanto desde la distancia en el tiempo y sin rencor, Muchas gracias Don Alfredo, mi primer maestro de escuela. Francisco Granados Serrano.
ResponderEliminarEsto para los lectores amantes de la poesía: gran parte de mi obra literaria la pueden encontrar en mi web entrando en el buscador con esta frase. con mas mar, menos trapo
Gracias por su comentario. Que viva la Literatura!
EliminarEl domingo 2 de julio de 2017 falleció mi padre, éste era su poema favorito lo escuché es mi casa desde niña y ahora en su honor se lo dedico, "tanto he de gritar al leerlo que me ha de oir"....
ResponderEliminarEl domingo 2 de julio de 2017 falleció mi padre, éste era su poema favorito lo escuché es mi casa desde niña y ahora en su honor se lo dedico, "tanto he de gritar al leerlo que me ha de oir"....
ResponderEliminarMi padre también falleció el 18 de Octubre del 2017... este poema le encantaba y nos lo narraba cuando éramos pequeños, ponía toda su pasión que nos hacía llorar. Yo me acordaba de algún trozo, me decidí a buscarlo y lo encontré, gracias por colgarlo en las redes, cada vez que lo leo, aparte de por acordarme de cuando lo narraba mi padre, ahora lloro por partida doble por el poema y por el....
ResponderEliminarGracias, Juan Manuel, por sacar a la luz este poema que tanto me emocionó y me hizo llorar al leerlo en la infancia en la vieja escuela rural, en Villalbilla, de la mano de mi insigne y querido maestro don Benigno Pascual Vicente. Cuántos recuerdos me ha traído. Me lo sé de memoria, aunque algunos versos se me resistan. El libro era "Versos Españoles" Y hoy, como ayer, he llorado al releerlo. Por muchas razones. Puede que de allí viene me dedicación a la poesía. He publicado varios
ResponderEliminarpoemarios Muchas gracias. Un fuerte abrazo, Juan Manuel
Luis de Blas
Buenas Juan Manuel, te escribo como si fuera mi madre Dolores.
ResponderEliminar"Gracias por compartir esta poesía tengo un o de poesías de la niñez con algunas páginas roidaa de tanto usarlo pues tengo ya 82 años. Conservaba tan sólo los 3 ultimos párrafos de esta amada poesía y le he pedido hoy a mi hija que por cor intentará encontrar el resto. Que alegría me ha dado al encontrarla. La hemos vuelto leer y hemos llorado juntas. Gracias por compartir, ahora después de muchos años la tengo completa y puedo escribirla en una libreta de poesías que deseo escribirle a mi nieto."
Juan Manuel,
ResponderEliminarSoy Dolores Clavo, en agradecimiento por haber podido encobtrar el poema quiero dejar yo uno de ese libro que me ha aconpañado durante toda mi vida.
DOS CORAZONES
Tiritando está de frío,
junto al hijo de su amor, la pobre viuda, y no tiene leña que echar al fogón. Tomando el hacha en su diestra, sale el niño al caer el sol, y madroño y carrascas junta con ramas de boj.
Más !ay!que es largo el camino, y de la noche el crespón oculta la abierta sima del precipicio traidor.
Su pie resbala...vacila... sucumbe... Y con triste voz grita:----- ! Madre cita mía ! Madre de mi corazón!
No lo oye la pobre madre que, sentada en un rincón, llora de frío y tristeza sin el hijo de su amor: de su cielo,última estrella; de su hogar, muerto fulgor.
Quien espera, desespera;
las horas !que largas son! !cuán mudas y triste es la noche, negra esposa del dolor!
Al primer rayo del alba con seco y lúgubre son a su puerta siente un golpe que renueva su temblor.
¿ Será el hijo a quien espera? ? ¿ Será el desdichado, ó no?
El es ; más llega aterido en los brazos de un pastor, sobre el Haz de leña seca que en el bosque recogió.
La madre tiende sus brazos, y al besarle con su amor,siente el frío de la muerte llegar a su corazón.
En vano enciende la lumbre; porqué su tibio calor no vuelve a su helado pecho la vital respiración. De las campanas al son, bajo el pórtico del templo,
las gentes lloran y ruegan con entrecortada voz: las mujeres por la madre, y los niños por la flor.
Más los ángeles sonríen y se llevan a los dos.
JACINTO VERDAGUER
Hola Juan Manuel.
ResponderEliminarGracias. Me uno a todos los amigos de tu blog, a quienes ha devuelto emociones de antaño.
Me ha emocionado mucho encontrar en este blog el poema "Yo soy un niño huérfano ...”, que en la época de colegial, lo recitábamos y tan bien se acomodaba a nuestras añoranzas, ya que casi todos teníamos nuestros familiares, padres y hermanos muy lejos.
De aquella época (años 60 - 70), conservaba yo una copia incompleta, transcrita a mano, de la primera parte de esa poesía. Ya en aquella época le aplicamos una melodía musical, que posteriormente, he completado con un arreglo completo para piano.
Con gusto compartiría esa melodía con los participantes del blog. ¿Es posible publicar un audio .mp3 en el blog?
Con objeto de incluir su nombre en la partitura, agradecería confirmación de si autor del poema es Francisco Luis de Relés. Además sería estupendo conocer algunos datos sobre él.
Muchas gracias.
J. Moldon Ferreras
Esta poesia la llevabamos en el libro de lecturas, durante la enseñanza primaria en 1953.
ResponderEliminarrecuerdo haberla comenzado cientos de veces y no poder acabarla ninguna,como hoy, despues de sesenta años tampoco he podido acabar de recitarla.
gracias por recordarme mo mentos de mi vida escolar.
JOSE LUIS.