jueves, 11 de octubre de 2012

DIAGNÓSTICO DEL AUTISMO

 

autismo

Diagnostico Diferencial

  • Autismo y esquizofrenia
  • Existen diferencias en cuanto a la edad de comienzo: la esquizofrenia raramente comienza antes de la adolescencia, mientras que el comienzo del autismo es anterior a los tres años.
  • En la fenomenología: en el autismo no se dan los delirios y alucinaciones como en la esquizofrenia.
  • En la evolución: en la esquizofrenia existen episodios con periodos de normalidad o próximos a la normalidad, mientras que en el autismo hay una persistencia de la alteración.
  • En la asociación con crisis epilépticas: aproximadamente la cuarta parte de los autistas sufren accesos epilépticos en la adolescencia; sin embargo, tal asociación es rara en la esquizofrenia.
  • En la distribución por sexo: en la esquizofrenia no se aprecia el notable predominio de varones (en una proporción de 4 a 1) que se da en el autismo.

Autismo y retraso mental

Entre autismo y retraso mental también existen diferencias, a pesar de que, al menos, el 75% de los niños autistas tienen también retraso mental (en la mitad de los casos severo o profundo).

  • En ambos casos se presentan accesos epilépticos; sin embargo, difiere la edad de comienzo: aparecen durante la primera infancia en el retraso mental y durante la adolescencia en el autismo.
  • Se diferencian en los correlatos médicos(por ejemplo, el síndrome de Down es la causa más común del déficit mental, pero muy raras veces se asocia con autismo).
  • En la distribución por sexo:ligero predominio masculino en el retraso mental frente a una proporción de 4 a 1 en el autismo.
  • En los modelos de déficit cognitivo: los niños autistas tienen una mayor probabilidad de fracasar en tareas que requieren habilidades de abstracción,lenguaje y uso de significados. Mientras en el retraso mental hay un retraso generalizado en todas las áreas del desarrollo, en el autismo aparece una desarmonía evolutiva característica.
  • En la discriminación de las señales socioemocionales: muy dañada en el autismo, pero no en el retraso mental.

Autismo y trastornos severos del lenguaje receptivo

Los niños con un trastorno severo de comprensión lingüística pueden manifestar conductas que evocan las del autista y los niños autistas presentan problemas lingüísticos que pueden ser muy semejantes a los trastornos de desarrollo del lenguaje. Hasta tal punto puede llegar a ser el parecido que algunos autores han defendido una continuidad entre autismo y disfasia receptiva, considerando incluso que el autismo consiste primariamente en una deficiencia del lenguaje receptivo que secundariamente daría lugar a las alteraciones conductuales de los niños autistas.

El diagnóstico diferencial se basa ante todo - tal y como han mostrado los trabajos de Rutter (1984) - en la observación del uso que el niño hace de los símbolos, aparte del lenguaje hablado: los niños con trastorno del lenguaje utilizan gestos para hacerse comprender, manifiestan capacidad imaginativa para el juego...

Otros elementos diferenciales son:

  • En el lenguaje de los autistas aparecen anomalías que indican la existencia de pautas en el lenguaje no sólo retrasadas, sino claramente alteradas.
  • La distribución por sexo: ligero predominio masculino en los trastornos del lenguaje e incidencia de cuatro varones sobre una niña en el autismo.
  • El peor pronóstico del síndrome autista.
  • Existe un déficit cognitivo más amplio y más severo en el autismo, estando igualados en el nivel de deficiencia del lenguaje.
  • La persistencia de conductas socioemocionales desviadas e inhabilidad comunicativa en los casos de autismo.

Permanecen, Sin embargo, según señalan Rutter y Schopler (1984), cinco grandes áreas de controversia con respecto a los límites del autismo como entidad diagnóstica válida:

  • Síndromes pseudoautistas en niños con deficiencia mental severa.
  • Desórdenes pseudoautistas en individuos de inteligencia normal, sin graves retrasos en el desarrollo general o específico.
  • Desórdenes pseudoautistas de aparición tardía que siguen a períodos prolongados de desarrollo normal.
  • Desórdenes severos que aparecen en la primera infancia o en la niñez, caracterizados por gran número de conductas extrañas.
  • El área de intersección entre autismo y desórdenes severos en el desarrollo del lenguaje receptivo.

Parece evidente, para estos autores, que no existe un punto de separación claro entre autismo y otros desórdenes que comparten algunas características conductuales, pero que no satisfacen en su totalidad el conjunto completo de diagnósticos aceptados.